Desde hace algún tiempo está muy de moda ponerle a cualquier cosa la terminación “terapia”, cuentoterapia, ludoterapia, biblioterapia, etc. y ya por eso parece que se trate de algo terapéutico. No es más que una forma de vender más, a costa de engañar a la gente.

Terapia es un tratamiento de una enfermedad o alteración física o mental, cuando el trastorno es de carácter mental nos referimos a psicoterapia. Terapéutico no es cualquier cosa que produzca un beneficio, muchas cosas lo producen, la alimentación, tomar el sol, escuchar música, etc., pero el hecho de ser beneficioso no le otorga el carácter de terapéutico, para ello es necesario que se trate de un tratamiento.

Cuando hablamos de tratamiento, nos referimos a algo que realiza un profesional cualificado y formado para ello, se necesitan muchos años para formarse como psicoterapeuta.

La psicoterapia es un tratamiento de naturaleza psicológica, que se desarrolla entre un profesional especialista y una persona que precisa ayuda a causa de sus perturbaciones emocionales. Se lleva de acuerdo a una metodología sistematizada y basada en determinados fundamentos teóricos, con la finalidad de eliminar o disminuir el sufrimiento y los trastornos del comportamiento derivados de tales alteraciones, a través de una relación interpersonal entre el terapeuta y el paciente.

Por tanto podríamos decir que la psicoterapia es aquella relación interpersonal de ayuda que se lleva a cabo de acuerdo a unas reglas, fundamentadas en una teoría acerca de:

  • La génesis y evolución de los fenómenos psicológicos. 
  • La forma de interrelación de la psique y de los individuos y el mundo externo que los rodea
  • Las insuficiencias, desviaciones y procesos patológicos que puedan presentar los pacientes a los que se intenta ayudar.

Según estos postulados, hipótesis de trabajo, modalidad técnica, etc., se distinguen las diferentes modalidades psicoterapéuticas.

Otro aspecto fundamental, junto a estos teóricos y metodológicos, que diferencia a las distintas psicoterapias es la noción de conflicto psíquico. El consejero, el sacerdote, el amigo, intentan ayudar al sujeto a resolver su problema indicándole posibles formas de abordarlo, aconsejándole la mejor forma de comportamiento, incluso en los mejores casos pueden tener idea de la existencia de conflicto psíquico, pero no se ocupan de abordarlo. Por el contrario, los psicoterapeutas centran su atención sobre dicho conflicto, y todo el manejo de la relación con el paciente se dirige a la solución de dicho conflicto. Según los objetivos y las técnicas utilizadas se selecciona una modalidad u otra de psicoterapia.

En todas las definiciones de psicoterapia se habla de un experto o persona entrenada, lo cual quiere decir que psicoterapeuta no es cualquiera, y el factor fundamental en toda psicoterapia es la formación especializada del psicoterapeuta, no se trata de lo que hace, sino de cómo lo hace, El terapeuta debe de estudiar, aprender y formarse dentro de un marco referencial teórico y adquirir experiencia práctica y supervisada. Por tanto el carácter de terapéutico no se lo otorga la acción, la actividad que se realiza, sino la persona que la realiza, la actividad no es más que un medio que se utiliza para crear una relación interpersonal y poder influir sobre la persona.

La simple lectura de libros no significa formación y que una persona sin formación y titulación adecuada hable de terapéutico no es más que una estafa.

No existe ninguna actividad que de por sí sea terapéutica, porque ese carácter va a depender de las intervenciones del terapeuta, que partiendo de un diagnóstico previo, que le permite saber qué es lo que hay que modificar, utilizará una serie de instrumentos verbales para producir dicho cambio.

Otro aspecto importante, en relación a este tema, es que actualmente se le exige a cualquier modalidad terapéutica que haya demostrado que es eficaz, ya que de no ser así se estaría engañando a la persona sobre la que se interviene. Hasta la fecha ni la cuentoterapia, ni la ludoterapia, ni la biblioterapia, ni muchas otras supuestas terapias han demostrado que realmente modifiquen ningún aspecto de la personalidad.

Esta concepción de la acción terapéutica de ciertas actividades parte de un malentendido, de personas que desconocen este campo. En ciertas modalidades terapéuticas, como la psicoterapia breve, se le recomienda al sujeto la lectura de algún libro, el visionado de una película, la selección de fotos, etc., pero no porque al hacerlo vaya a modificar nada, no porque sea terapéutico, es únicamente un medio para movilizar a la persona, para hacer que emerjan sus conflictos y luego poderlos trabajar en la sesión de psicoterapia, sin ese trabajo posterior la actividad lo único que hará será movilizar y crear angustia, sin efecto positivo ninguno.

Los tan de moda libros de autoayuda, tampoco sirven para nada, porque no es cuestión de decirle a una persona lo que tiene que hacer, disfrute la vida, no se desanime, porque justamente su problema es ese, que no puede hacerlo, o modificamos la causa o el consejo no servirá para nada, solo para vender libros y ganar dinero a costa de la necesidad de algunos.

En definitiva, zapatero a tus zapatos, la psicoterapia para los psicoterapeutas.

 

Javier Rodríguez Escobar

Instituto de Psicoterapia Psicoanalítica. Psicólogo clínico, acreditado como especialista en psicoterapia, a nivel europeo

http://www.institutodepsicoterapia.es

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