Título: Contar desde imágenes

Recomendado por:  Pep Bruno

Edad : Todas las edades

Objetivos:

  • Comprender la importancia del trabajo con imágenes a la hora de contar
  • Fomentar la comunicación oral
  • Trabajar la visualización de la historia para poder narrarla
  • Promover la creatividad y la improvisación

Desarrollo:

Tal como os comentaba en esta otra ficha, en los talleres que hago con jóvenes (sobre todo alumnos de secundaria y bachillerato) para desarrollar estrategias de narración oral me encuentro con bastantes casos en los que la tendencia es la memorización (palabra por palabra) de los textos. Están habituados a estudiar textos de memoria para los exámenes (que, sospecho, en muchos casos pronto olvidan).

Es por eso que ocupo una parte importante del taller en el trabajo con imágenes. En este caso puedo utilizar cuadros (en alguna ocasión he ido incluso con los chavales a alguna exposición temporal para trabajar directamente frente a los cuadros) y, sobre todo, libro álbum.

El trabajo con libro álbum es sencillo: llevas libros álbum sin texto (que apoyan todo el discurso narrativo en la secuencia de imágenes) o con texto pero en lenguas que no conozcan (tengo algunos en holandés, por ejemplo), y les pido que nos cuenten la historia. Generalmente lo hacemos de manera individual, pero en alguna ocasión trabajamos todo el grupo contando una historia más larga, cada uno una imagen (en este caso, por ejemplo, son interesantísimos libros como Robinson Crusoe, de Ajubel, en MediaVaca).

Según vas trabajando con libro álbum te das cuenta de que la mirada va afinándose, con los primeros libros contados suele ocurrir que hay muchos detalles que pasan desapercibidos (incluso detalles muy relevantes). De igual manera se puede trabajar con los chavales cómo han "complementado" esa información que no "vieron", cómo han trabajado (en muchos casos de manera inconsciente) para dar sentido a una historia que tenía algunas lagunas.

Según se va afinando la mirada las historias van puliéndose más y mejor y van amoldándose a estructuras tradicionales de cuento. Todo ello de manera natural. De esta forma trabajamos sobre imágenes y su uso para la narración. Hablamos de la importancia de elaborar y cuidar esas imágenes.

Un paso más allá en este sentido es trabajar con una única imagen (por ejemplo, como os dije antes, con cuadros). A los chavales en este punto les resulta bastante sencillo imaginar los previos a esa imagen: cómo la historia ha llegado a ese punto en el que es pintada. Inventan los motivos y situaciones que desembocan en ese instante.

Sin embargo (y esto me resultó bastante sorprendente las primeras veces), a los chavales les cuesta más utilizar esa imagen como punto de partida para seguir contando una historia. Cuando la lámina es el punto de llegada (y por lo tanto la resolución, el desenlace de lo que se cuenta, está a la vista) les resulta bastante sencillo; cuando la lámina es el punto de partida, el trabajo es más difícil. De la mano de esta propuesta trabajamos, además, la necesidad de verosimilitud dentro del universo del texto que estamos contando (pero eso es otro asunto). 

Más información: Contar películas, contar recuerdos / Trabajar las imágenes de las palabras