Este año el “Cuenta-Cuentos del Ocejón” cumple 11 años. La idea surgió de un grupo de vecinos aficionados a la narración oral, y a acudir a los eventos, que son muchos, y se programan en la ciudad de Guadalajara. 

¿Por qué no aprovechar los “Viernes de los Cuentos”, cuando narradores de toda España acuden a Guadalajara, y proponerles la maravillosa oportunidad de contar al día siguiente en un entorno de ensueño: los pueblos de pizarra del Valle del Ocejón?

Desde entonces, en cuanto sale la programación anual de los “Viernes de los Cuentos”, se reúnen unos cuantos vecinos, un representante por cada pueblo y se eligen fechas y enclaves. Y a llamar, escribir, intentar convencer al narrador de turno para que se traslade 70 Km. más allá, y todo en cuestas y curvas, a contar para nosotros. El cartel corre  por cuenta de uno de los pueblos organizadores. 

¿La financiación? Empezaron financiando las asociaciones de vecinos del valle. Luego fueron los ayuntamientos quienes se hicieron cargo, o pidieron subvenciones.

Desde al año pasado, ya no hay subvenciones de Castilla-La Mancha. Entonces el Ayuntamiento de Campillo de Ranas paga un cuentacuentos, el de Valverde de los Arroyos, otro. Lo demás lo sacamos “pasando la gorra”, a la antigua.

Con todo y con eso, sacamos para 5 sesiones. 

El Festival Internacional del Cuento cumple diecisiete años de existencia interrumpida. Un cumpleaños no es otra cosa que dejar constancia de que se ha vivido un año más; así el festival va haciéndose mayor de edad y va dejando atrás veleidades juveniles para dejar constancia de que sus objetivos se van cumpliendo. Y no era otro el objetivo principal que el de animar a leer, llevar a las gentes al mundo del arte y hacer que la vida se vea y comprenda desde otras perspectivas que no sean las cotidianas.

Es que el cuento embruja, embriaga y tiene el poder de la rapidez. Su inmediatez artística hace que se pueda realizar la comunicación con el público en lugares y momentos inusuales y cotidianos. El hecho literario forma parte de la vida unos días al año. Diciembre se llena de cuentos.

Este festival comienza hace un poco más de trece años, con la idea de realizar una exposición y muestra de narración oral de contadores nacionales e internacionales. Así, de año en año, sucede en el pueblo de Los Silos un hecho por una parte fantástico, por la imaginación que se desata en el pueblo con la llegada de maestros de la literatura universal, y por la otra extraño, ya que se ven personajes inauditos, imaginarios, paseando por las calles y las plazas de esa pequeña villa de la Isla Baja.

Hemos querido plantear un proyecto cultural que permita crecer mental y culturalmente, ayudando a pensar libremente a través de la literatura y el arte de contar cuentos.

Desde hace tres años, dentro de la programación de la FLLIC se viene realizando un seminario específico sobre narración oral.

El planteamiento de llevar a cabo este seminario vino dado por dos razones básicas: 

  • La creciente expectación que sigue provocando el festival D'Palabra en el público asistente.
  • La eficiencia demostrada del cuento como herramienta óptima en aspectos como animación lectora, recurso didáctico o de intervención social y cultural.

Por ello, en estos tres años de andadura hemos intentado afrontar aspectos tan básicos y elementales como el cuento en el hogar, en la escuela, el cuento con objetos, con música, los valores en el cuento; contando siempre con profesionales que presentan experiencias concretas y reales, con espacios para la reflexión y el intercambio, no solo dentro del mundo de la narración, sino de distintos ámbitos y disciplinas para obtener así una perspectiva más amplia y global.

En el de este año, por ejemplo, contamos con Samuel Alonso, Raúl Vacas y Gonzalo Moure como ponentes en el primer día. Tres escritores “valientes” con una literatura que no deja impasible a quien la lee. 

En el seminario hay ponencias, talleres, mesas redondas y debates. La formación se da, entonces, de manera práctica, vivencial y participativa, que es, consideramos, la mejor manera para que estas propuestas se lleven adelante y tengan sentido entre los asistentes que proceden del mundo de las escuelas, las bibliotecas, la gestión cultural y la propia narración. Sus valoraciones son muy positivas tratamos de tener en cuenta las sugerencias que cada año nos facilitan.