Cuando en 2005 la Biblioteca Insular del Cabildo de Gran Canaria puso en marcha Días de Cuentos intentó que este programa diera cabida a otras celebraciones populares que pudieran tener relación con los cuentos contados. Así fue como en 2006, el mismo año en el que nació Cuentos eróticos por los rincones (que se celebra en mayo), se propuso crear otro evento específico de narración con entidad propia y que estuviera vinculado a otro de los géneros más reconocibles del cuento contado: el miedo. Y de esta manera nació el pequeño festival de Cuentos de Miedo que desde ese año se celebra las noches del 31 de octubre y 1 de noviembre (noches con gran arraigo tradicional para celebrar a los difuntos, la muerte y el miedo).

La propuesta consiste en dos horas de cuentos de miedo cada una de las dos noches, para ello se invita a dos narradores que se alternan en el escenario (una hora cada uno) para contar. El espectáculo del primer día suele repetirse el segundo día (en el que el público es diferente). Los cuentos comienzan puntualmente a las 22,30.

El punto de partida es una historia propia del edificio en el que se ubica la biblioteca: "la leyenda de la dama blanca". Este relato escrito por Pablo Albo* está basado en las historias que usuarios y parte del personal de la biblioteca contaban sobre una chica pálida que aparecía y desaparecía misteriosamente en el sótano del edificio donde antes se ubicaba el depósito de los libros. Es por eso que esta actividad comienza siempre con la lectura en voz alta de "La leyenda de la dama blanca". Pero antes de que esto suceda en la biblioteca hay mucha tarea pues es muy importante para esta actividad lograr una buena ambientación: el personal se disfraza, el lugar se ilumina con velas y luces muy tenues.

Este año se celebra la décima edición del programa DÍAS DE CUENTOS, un proyecto que surgió con la voluntad de hacer que la presencia del cuento (contado, escrito, leído, ilustrado, pensado...) fuera constante en la isla de Gran Canaria, buscando que la palabra dicha fuera lluvia fina y vehemente más que turbión desbocado.

Antes del diseño de esta propuesta global desde la Biblioteca Insular del Cabildo de Gran Canaria se realizaban diversas y variadas actividades alrededor del cuento, pero siempre había una sensación de acciones deslavazadas o actividades puntuales que exigían sumas de empeño y esfuerzo disgregadas: había espectáculos de narración en la Biblioteca Insular y en otras bibliotecas de municipios de la isla; se celebraba el Maratón de los Cuentos de la Biblioteca Insular de Gran Canaria; se realizaba una exposición temática cada año; se organizaban algunos cursos, talleres, conferencias... pero toda esta actividad carecía de un manto unificador que hiciera más visible lo que se estaba haciendo.

Sin embargo, al agrupar todas las propuestas y darles una línea común, al sumar todas las energías empleadas para su realización, se optimizaron los recursos y se posibilitó ahondar en algunos de sus frentes.

Días de Cuentos 2014 

 

En el catálogo tipológico del cuento tradicional que inició Aarne y la Escuela Finlandesa hace ya un siglo, del total de 2400 tipos de cuentos que hay considerados a día de hoy, unos 500 podrían etiquetarse como obscenos, vergonzantes, eróticos, picantes, procaces... y fueron incluidos por Uther en la última revisión que se hizo del catálogo (hace apenas unos años, en 2004). Este dato nos da la medida del interés que estos textos suscitan y han suscitado a lo largo de los siglos. De hecho, si revisamos colecciones de cuentos tradicionales de todas las culturas y tiempos, nos encontramos con abundancia de textos de este jaez: solo el humilde Infierno de mi biblioteca cuenta con unos 150 títulos de los que la mitad son específicamente de cuentos obscenos (desde libros canónicos para el oficio como el El asno de oro de Apuleyo, el Decamerón de Boccaccio o Los cuentos de Canterbury de Chaucer, a recopilaciones específicas de cuentos vergonzantes como los Cuentos prohibidos rusos de Afanasiev o el Libro de la risa carnal de Almodóvar por poner solo algunos ejemplos).