¿Qué es ENCUENTRACUENTOS?

Encuentracuentos es un Festival de Narración Oral que tiene lugar en Santa Cruz de Tenerife desde hace varios años, girando en torno al Día Internacional de la Narración Oral que se festeja en más de 25 países del mundo el 20 de marzo de cada año.

¿Cómo se crea ENCUENTRACUENTOS y con qué objetivo?

En enero del año 2013, Laura Escuela, narradora de Tenerife, se preguntó por qué no se celebraba nada en Las Islas en torno al día Internacional de la Narración Oral. Entonces envió un mensaje a través de las redes sociales a todos los narradores e interesados en la narración en Tenerife, invitándoles a llevar a cabo alguna acción interesante ese día. La respuesta por parte de otros cuenteros no se hizo esperar. 

Isabel Bolívar, que había tenido la misma idea, le puso el nombre: ENCUENTRACUENTOS y Juan Carlos Tacoronte se unió enseguida a la locura de organizarlo proponiendo espacios posibles. Fabio González creó un cartel y se movilizó a muchísima gente.

El 20 de marzo de 2013, más de 20 personas se sumaron de forma altruista, sin cobrar ni un céntimo, a 6 librerías y 4 bibliotecas y se reunieron por la noche en una sala de la Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife, TEA, para narrar a más de 60 adultos que se acercaron a escuchar, generando un espacio de encuentro en torno al cuento.

Atlántica es un Festival Internacional de Narración Oral, nacido en Santiago de Compostela en el año 2013. La ciudad había tenido sus épocas doradas de la narración oral, con una programación variada en diferentes espacios. Pero en el 2012 se veían pocos carteles de “contacontos”.

El Festival nace de una mezcla preciosa: añoranza de esa época, necesidad de crear nichos de trabajo en tiempos de crisis, ganas de reencontrarnos en torno a las historias, público que por la calle reclamaba la vuelta de los narradores y un grupo de voluntarios de distintos sectores creativos, que inmediatamente se sumaron a la idea. 

Los bares de la Ciudad Vieja, con el pub Atlántico a la cabeza, apostaron por el evento. Quico Cadaval, Cándido Pazó, Avelino González, Paula Carballeira, Charo Pita, Celso Sanmartín, Fátima Fernández, Caxoto, Oswaldo Digón y más compañeros y amigos que ahora se me escapan se pusieron enseguida a disposición y muchos de ellos a trabajar desde dentro.

 

¿Por qué Atlántica?

Galicia es mar, su gente, sus historias, huelen a océano incluso en  tierra adentro. Si escuchas a un narrador gallego tienes la sensación de meterte dentro de un viaje que de fondo tiene la melodía de las ondas y de los vientos.

A eso hay que sumarle un trabajo de investigación que algunos integrantes del equipo veníamos  llevando a cabo en yacimientos arqueológicos, donde a cada piedra que levantábamos aparecían indicios de una cultura celta de carácter atlántico, con vínculos ancestrales con otros países de nuestro entorno marino: Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda, la Bretaña Francesa, o más allá: al mundo escandinavo o de pueblos germánicos como los suevos. 

Ahora ya podemos empezar a hacer historia; ahora ya podemos decir y redecir que el Festival de Narrativa Oral de Chelva está consolidado. O no. Nunca se sabe; las palabras van y vienen, y los festivales, también. Pero parece que el nuestro se ha quedado; ¡aunque no  estancado! ¡Qué va! Está entre nosotros, conviviendo ya como uno más de este pequeño pueblo de la Serranía valenciana y, como nosotros, ha tenido años buenos, y otros menos buenos; pero aguanta, le gusta vivir aquí, entre montañas, de boca en boca, saliendo a la calle en pleno mes de enero, cuando más corta el frío, junto a San Antón, patrón de la fiesta por excelencia del mundo rural valenciano; porque es entonces cuando Chelva se ilumina con las más de cien hogueras que prenden sus vecinos en las calles, cuando todos salimos a reunirnos junto al fuego, a purgar nuestras sombras, y entre ellas nos sale hablar, afloran los recuerdos, las experiencias, los deseos, la magia de las palabras…

Este año celebramos la XVIII edición del Festival, nacimos pues en 1998, de la mano del contador valenciano Vicente Cortés, que fue el creador del proyecto y director artístico del Festival hasta 2003, para pasar el testigo a Diego Álvarez, que lo encaminó dulcemente hasta 2007, cuando el azar dispuso que fuera una gran mujer, Ana Cebrián, la que siguiera dando alma al asunto. En 2011 se pensó que ya que tenía una cierta edad y los recursos escaseaban, se quedara a solas conmigo, que lo vi nacer y a la vez crecimos juntos.

El día 16 de octubre de 2014 se presentará en Cuenca la novena edición de BITA (Bienal de Teatro de Actor), del 19 al 26 de octubre, un festival ligado a la Asociación de Amigos del Teatro de Cuenca.

La Asociación, fundada en 1971, lleva trabajando cuarenta y tres años ininterrumpidamente para traer el Teatro y demás artes escénicas a Cuenca, período más que suficiente para consolidar su madurez y mostrarnos sus frutos.

En su larga trayectoria en el mundo del Teatro esta asociación ha pasado por cuatro etapas muy diferenciadas. Una primera etapa de espectadores (1971-1980), una segunda etapa de Teatro en la Escuela (1981-1986), una tercera etapa  formada por grupos de teatro (1987-1993) y una cuarta etapa que va desde 1994 hasta nuestros días.

Es en 1994 cuando Ángel Suárez se pone al frente de la dirección de la asociación de Amigos del Teatro de Cuenca y junto a un grupo de colaboradores se plantea que esta vuelva a ser de espectadores (entre los que se encuentran también gentes del teatro, los títeres, la narración...) y comienza una nueva andadura con una programación cada vez más estable.

Nació uno de esos días en que los límites se desdibujan, y la ilusión es capaz de pasar por alto cualquier obstáculo. Nació de un sueño: que en Lanzarote la narración para adultos se subiera al escenario. La Sala Librada, espacio teatral alternativo, tenía una escala ideal para el cuento, la belleza de los lugares creados con el corazón, y la gestión de artistas perseverantes que apoyan el tesón ajeno, cuando este es sincero. Tras la elección del lugar, seguimos soñando: con un ilustrador, álbumes ilustrados, una exposición, con los cuentos que habitan dentro las imágenes, con que el arte de ilustrar se aprecie y valore... E inventamos un camino que relacionase sueños. Un "narrador visual " cada año, se encargaría de crear la imagen del festival, y su obra (imágenes y publicaciones) serían expuestas. No dejamos de soñar (se nos da bastante bien) y decidimos que ya era hora de poner en valor la narración canaria, de hacernos escuchar, de acortar distancias entre las islas, de proyectar y visibilizar las voces isleñas. Narradores canarios e invitados allende el archipiélago compondrían el cartel, en equilibrada proporción.

Cuando en 2005 la Biblioteca Insular del Cabildo de Gran Canaria puso en marcha Días de Cuentos intentó que este programa diera cabida a otras celebraciones populares que pudieran tener relación con los cuentos contados. Así fue como en 2006, el mismo año en el que nació Cuentos eróticos por los rincones (que se celebra en mayo), se propuso crear otro evento específico de narración con entidad propia y que estuviera vinculado a otro de los géneros más reconocibles del cuento contado: el miedo. Y de esta manera nació el pequeño festival de Cuentos de Miedo que desde ese año se celebra las noches del 31 de octubre y 1 de noviembre (noches con gran arraigo tradicional para celebrar a los difuntos, la muerte y el miedo).

La propuesta consiste en dos horas de cuentos de miedo cada una de las dos noches, para ello se invita a dos narradores que se alternan en el escenario (una hora cada uno) para contar. El espectáculo del primer día suele repetirse el segundo día (en el que el público es diferente). Los cuentos comienzan puntualmente a las 22,30.

El punto de partida es una historia propia del edificio en el que se ubica la biblioteca: "la leyenda de la dama blanca". Este relato escrito por Pablo Albo* está basado en las historias que usuarios y parte del personal de la biblioteca contaban sobre una chica pálida que aparecía y desaparecía misteriosamente en el sótano del edificio donde antes se ubicaba el depósito de los libros. Es por eso que esta actividad comienza siempre con la lectura en voz alta de "La leyenda de la dama blanca". Pero antes de que esto suceda en la biblioteca hay mucha tarea pues es muy importante para esta actividad lograr una buena ambientación: el personal se disfraza, el lugar se ilumina con velas y luces muy tenues.

En el catálogo tipológico del cuento tradicional que inició Aarne y la Escuela Finlandesa hace ya un siglo, del total de 2400 tipos de cuentos que hay considerados a día de hoy, unos 500 podrían etiquetarse como obscenos, vergonzantes, eróticos, picantes, procaces... y fueron incluidos por Uther en la última revisión que se hizo del catálogo (hace apenas unos años, en 2004). Este dato nos da la medida del interés que estos textos suscitan y han suscitado a lo largo de los siglos. De hecho, si revisamos colecciones de cuentos tradicionales de todas las culturas y tiempos, nos encontramos con abundancia de textos de este jaez: solo el humilde Infierno de mi biblioteca cuenta con unos 150 títulos de los que la mitad son específicamente de cuentos obscenos (desde libros canónicos para el oficio como el El asno de oro de Apuleyo, el Decamerón de Boccaccio o Los cuentos de Canterbury de Chaucer, a recopilaciones específicas de cuentos vergonzantes como los Cuentos prohibidos rusos de Afanasiev o el Libro de la risa carnal de Almodóvar por poner solo algunos ejemplos).