LAS PALABRAS AL CORAZÓN, DE JOSÉ MANUEL GARZÓN. El narrador alicantino divirtió, enterneció y emocionó al público.

Elisa Yagüe - El Espinar (29-7-2011)

 

El XI Festival de Narradores Orales se trasladó el miércoles al centro cultural de El Espinar, donde José Manuel Garzón divirtió, enterneció y emocionó a un público que brindó una de sus mayores ovaciones al narrador alicantino. 
Si bien es cierto que en algún momento se mostró dubitativo, debido a que —como él mismo reconoció— no tenía claro qué iba a contar, Garzón fue entrelazando fragmentos de diversos espectáculos, construyendo un muestrario de un amplio repertorio: poemas y cuentos de la literatura clásica española, microcuentos, historias personales o bellísimos fragmentos de las cartas entre Miguel Hernández y Josefina. Esta amalgama constituyó una actuación de enorme calidad literaria y humana.
Y es que su oficio de actor lo convierte en un extraordinario juglar, capaz de encarnarse en los personajes de los cuentos, pero también de convertirse en un conmovedor interpretador de la palabra propia y ajena con su voz y todo su cuerpo. No obstante, junto a las técnicas teatrales hay algo que hace que este narrador apunte —y llegue— directo al corazón: la ternura y la sinceridad al contar recuerdos y vivencias íntimos. De este modo, tras las emotivas confesiones, el público está desarmado, entregado a la intimidad de momento, cayendo rendido ante la interpretación de las cartas de Miguel Hernández cuajadas de anécdotas que dotan de dramatismo la historia y crean una tensión creciente, hasta desembocar en una catarsis colectiva que estalla en aplausos y esconde alguna lágrima.
Actuaciones como esta reavivan el debate de hasta qué punto deben incluirse técnicas y recursos teatrales en la narración oral. En este caso no estamos ante narración oral pura, pero qué importa cuando se presencia algo tan hermoso e intenso.
Hoy viernes, de nuevo en el centro cultural de El Espinar, otra actuación: Diego Calavia, magia y palabra.

 

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