ÁNGEL JODRÁ CLAUSURA LA VI EDICIÓN DEL FESTIVAL DE NARRADORES ORALES DEL ESPINAR
Elisa Yagüe - El Espinar (1-8-2006)
El domingo por la noche, en el mismo lugar donde empezó, San Rafael, se clausuró el VI Festival de Narradores Orales. Este año se ha incrementado la asistencia, llenándose algunos días las salas, hecho, que junto a la gran variedad y calidad de las actuaciones, ha sido destacado por el director del evento, Ignacio Sanz.
En esta edición, el público ha podido comprobar que la narración oral es un arte que engloba muchos estilos y formas, y que cada uno de ellos posee gran valor por sí mismo: desde los títeres de Rodorín, a los cuentos tradicionales de narración pura y reposada del asturiano Milio del Nido, los cosmopolitas relatos y las sabias explicaciones de cómo se cuenta en las diferentes tradiciones mundiales de Ana Cristina Herreros, los cuentos con partes cantadas recogidos de los mayores y contados por José Luís Gutiérrez "El Guti", hasta llegar a las coplas de ciego de Ángel Jodrá. Jodrá que sorprendió a todos entrando sin previo aviso a la sala, ataviado cual antiguo ciego merodeador de plazas y lazarillo incluido, relató tremebundos crímenes con tono y gestos propios de aquella perdida profesión.
Después de "recuperar" la vista, echo mano de los asistentes, que convertidos en improvisados voluntarios, intervinieron en un romance y un cuento. Este fue el momento de inflexión: el público quedó cautivado, fue entusiasmándose y dio alas a Ángel Jodra para narrar y recitar con poderosa voz, tono festivo y contundentes movimientos hasta casi las once y media de la noche.
Ésta segunda parte conectó mucho mejor con el público, con un tono festivo y participativo que hará que el público vuelva a repetir el próximo año, con el mismo entusiasmo que este año. Y es que quien prueba el hechizo que supone la narración oral ya no puede escapar, como se puede deducir de que, noche tras noches, la mayor parte de los asistentes eran ya habituales, sin importar el lugar de celebración, y participaban con toda complicidad en las propuestas de los narradores olvidando las timideces de años anteriores. Por ello, deseamos una larga vida a tan magnifico festival.