RODORÍN ABRIÓ EL VI FESTIVAL DE NARRADORES ORALES DE LA LOCALIDAD

Las actuaciones, todas iniciadas a las diez de la noche, tienen lugar en los centros culturales de San Rafael y El Espinar

Elisa Yagüe - El Espinar (29-7-2006)

 

Por sexto año consecutivo y hasta el próximo domingo, las noches del municipio se llenan con la magia de la palabra. Con quince días de diferencia y con la dirección de Ignacio Sanz, el hermano pequeño del Festival de Narradores Orales echó a andar el miércoles, con ese peculiar paso que tiene al celebrarse alternativamente un día en San Rafael y otro en El Espinar. 

El milagro sucedió de nuevo: Rodorín comenzó a las diez, y a las diez y diez ya tenía al público entre sus manos, porque fue con sus manos como abrió su retablillo de títeres y cuentos, fabuloso método para rejuvenecer a los asistentes hasta la infancia. Su lenguaje rico y sabroso, aderezado por retahílas y melopeyas, sedujo a todos los oídos, mientras que una imaginativa y personalísima exhibición de recursos titiriteros (manos, marionetas, sombras), y no tan titiriteros (libros, cinematógrafo…), deleitó a los fascinados ojos. 

Y es que la pasión de Rodorín por los pequeños objetos transformó oportunísimos poemas, romances y cuentecillos en pequeñas joyas que fue sacando de sus cofres, cajas y maletas, para gusto y disfrute del público. Tanto gustó, y tal fue la complicidad con el auditorio, que Rodorín tuvo que volver a salir y regalar un último cuento a un ferviente público que, sin duda, tuvo esa noche felices sueños.

 

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