En estos tiempos difíciles donde muchos espacios en los que el cuento contado habitaba confortablemente se han ido cerrando (algunos festivales pero, sobre todo, sitios de lluvia fina y continua como muchas bibliotecas y escuelas), se puede observar también la pervivencia de ámbitos consolidados (muchos festivales, maratones, programaciones estables, cafés... se adaptan y resisten los embates de los recortes) y, lo que nos da más alegría, se observa la lenta pero perseverante creación de nuevos espacios para la palabra dicha.

Ayer mismo nos felicitábamos por el nacimiento de un nuevo festival de narración oral FragaCuenta, con voluntad de perpetuarse en la programación cultural de la hacendosa ciudad aragonesa. Pero es que en los últimos meses han ido apareciendo y consolidándose otros grandes eventos como los festivales Ávila de Cuento (recientemente celebrada su segunda edición), o CuentaCuarenta (también en Ávila) y SoloPalabra (en Albacete), ambos preparando su segunda edición para este 2013. Y no solo grandes eventos, también pequeños espacios privados como La Caja de Música (La Rioja), Café Garbí (Alicante) o La Casa de las Musas (Burgos). Y por si todo esto fuera poco, en estos días se inaugura una pequeña sala teatral El sol de York (en Madrid) donde quieren dar protagonismo (y mucho) a los cuentos contados.

Nuevos espacios para el cuento contado. Buenas noticias para la palabra dicha. Buenas noticias para todos y todas.

 

Adenda. Una vez publicado esta breve nota nos llegan mensajes de algunos otros espacios en los que, desde hace poco, se están programando cuentos de manera estable. Aquí van las referencias: La librería El pequeño teatro de los libros (Zaragoza) programa cuentos una vez al mes; una pequeña sala Espacio Al Margen (Salamanca), que también ha comenzado a programar cuentos.