La narración oral es una forma de memoria colectiva que ha permitido la supervivencia de muchas culturas a lo largo de la historia, y aunque solo la palabra es suficiente para contar una historia, lo cierto es que muchas veces ha ido acompañada de otras artes, como la poesía, la danza o la música. 

bol102a

Antes de entrar a detallar la vinculación que ha tenido la música a la narración desde siempre, os dejo varios artículos: 

  • El primero sobre las diferentes formas de incorporar la música a la narración, dándole más o  menos prioridad a la música, y sobre mi experiencia personal contando cuentos con música: “Narración y música cuentan”.
  • Otra forma de incorporar la música, es que el propio narrador cuente y toque un instrumento. Esto nos lo explica el narrador Gallego Caxoto, en su artículo: “Contar con música: ¡hágalo usted mismo!”.
  • Por otro lado, los músicos también experimentan influencia de las historias a la hora de incorporar la música a la Narración.  El Pianista clásico y compositor Adrián Cardeñoso, que trabaja desde el punto de vista de la sincronía, nos cuenta su experiencia y punto de vista sobre su extenso y profundo trabajo musical a través de los cuentos y la narración en este articulo: “Contar con sonidos”.

La palabra y la música han estado unidas en muchas formas tradicionales de contar cuentos en todas las culturas desde el principio, con diferentes estilos y formas de integrarla: 

  • Bardos: de origen celta, (1200-400 a.c) considerados una casta, cantaban y contaban poesías épicas, canciones y relatos. Transportaban a las personas a mundos místicos y les permitían conectar con lo sagrado.
  • Griot: (Jeli). África Occidental. Narrador, poeta, historiador y músico. Preservaban las historias de costumbres, reyes y héroes. Eran bibliotecas vivas. Contaban en mercados, cortes, plazas y en árboles. Usaban como instrumento el Kora, el Balafón o el Ngoni. La música de los Griot ha influido en el blues, el jazz y la word music.
  • Tuareg: en el Sáhara, viajan por el desierto contando historias tradicionales acompañados de música.
  • Kathavachak: de la tradición hindú. Narran historias sagradas sobre la creación del mundo, mitos de naturaleza e historias populares, sobre todo en templos y suelen acompañarse de instrumentos, como el Sitar.
  • Hlaykia: Marruecos. Utilizan su voz y gestos dramáticos para contar todo tipo de historias tradicionales, sobre todo en plazas públicas. Suelen contar sin música.
  • América del norte: Los indígenas ancianos, los indios Navajos, los indios Ojibwa que relatan historias de la naturaleza y de héroes, mitos, dioses y fábulas de animales acompañados de tambores y maracas.
  • Los cuentos de esclavos: Cuentos de América del Norte que hablan de liberación y supervivencia y siempre van ligados a la música. Cuentos espirituales y blues.
  • América del Sur: Los Amanautas del Imperio Inca, guardianes del conocimiento. Los Chamanes del Amazonas. Los Machis curanderos de Chile. Los Payés o chamanes guaraníes de Paraguay, los Mamas en Colombia. Todos contaban y cantaban mitos de creación y naturaleza y muchas  veces usaban la música para reforzar la conexión emocional. Usaban maracas, flautas, instrumentos de percusión, canciones y ritmos
  • Rapsoda: cantor con bastón de la Antigua Grecia, significaría «aquel que cose cantos». Suelen contar historias cantadas usando el bastón para marcar el ritmo​
  • Juglares: Siglo VII D.C, de procedencia europea. Contaban, cantaban e interpretaban historias con o sin música de forma divertida. encarnaban todas las artes escénicas y llegaron a ser considerados mendigos charlatanes. 
  • Hakawati: cultura árabe, Egipto, Siria, Líbano y Palestina. Contaban narraciones tradicionales, mitos y leyendas que podían durar varios días, en cafés o lugares de encuentro. Improvisaban y modificaban los ritmos de la historia. No solían contar con música.
  • Sacerdotes y escribas del antiguo Egipto: transmitían las leyendas y las historias
  • Sufíes: diversas regiones del Medio Oriente. Cuentan historias espirituales acompañados puntualmente de música y danza.
  • Kataribe: Japón. (Contar cosas). Un oficio con frecuencia desempeñado por mujeres, algunos se profesionalizaron y llegaron a ocupar un puesto oficial en la Corte. Controlaban los ritmos, la pausa dramática y la entonación y no utilizaban música.
  • Rabbis: judíos. Cuentan textos sagrados, fabulas y cuentos populares con preguntas, respuestas y canciones. Suelen contar en ambientes familiares.
  • Aedos: narradores griegos. Elegidos por las musas para transmitir el espíritu divino. Cuentan sus propias historias o las adaptan. En la Odisea, el propio Odiseo es un gran narrador. El Aedo es en primer narrador oral especializado y profesional. Tenían que dominar varias disciplinas:
    • Saber cantar de acuerdo con un orden acompañados de un instrumento. 
    • Tener habilidad para ensamblar distintos elementos y 
    • Memoria privilegiada. 

 bol102b

Sobre la Memoria privilegiada, se sabe que la memorización mediante el ritmo es mucho más sencilla, por eso la los narradores orales se acompañaban de instrumentos para marcarlo. Además, la música permite transmitir emociones de una forma especial, envuelve al auditorio y consigue embelesar al oyente. Se utilizaban como instrumentos:

  • El aulós: instrumento de dos tubos con el que se consiguen dos sonidos diferentes.
  • La syrinx o flauta de pan, con tubos abiertos de diferentes longitudes.
  • Los crótalos: instrumento de percusión que sustituía al chasquido de dedos.
  • La cítara y la lira, instrumentos de cuerda muy antiguos. 

Narración oral en los espacios familiares: Ocurre en todas las partes del mundo y se suelen transmitir utilizando solo la palabra y el ritmo. 

Este recorrido habla por sí mismo de la importancia que ha tenido la música en las historias orales y de cómo ha formado parte de los cuentos en casi todas las culturas.

No se trata de contar con música o sin música como una mejor o peor opción. La narración por sí misma tiene una sonoridad indiscutible, depende del narrador, de su tipo de voz y de la forma de utilizar las palabras y los silencios. La narración es un arte amplio, variable y en continuo movimiento abierto a diferentes posibilidades. 

Además, sobre la importancia del silencio, tenemos un hermoso artículo de nuestra compañera Charo Pita.

Por último, tenemos en la web dos boletines sobre este mismo tema, uno coordinado por Charo Pita: Cuentos y música; y otro coordinado por Elia Tralará: A ritmo de cuento.

Enlaces de narraciones con música: 

  

Este Boletín n.º 102 – Contar con música ha sido coordinado por Sandra Cerezo