Vivo en España y vivo de narrar, casi siempre, cuentos en inglés. Durante un tiempo, y fruto de la ignorancia, me creí único.  Enseguida conocí a otros compañeros y compañeras que narraban en inglés. Luego me enteré de que había una compañera que a veces salía de viaje a contar en francés. Un japonés que lo hacía en español. Un italiano que lo hacía en gallego. Una catalana que narraba en gallego y en español. Y por supuesto gran cantidad de narradores y narradoras que contando en español viajan a otros países a narrar. Resulta que hay una gran riqueza de acentos y lenguas en nuestro gremio de la narración. Además muchos de los arriba mencionados tienen en común que narran en un idioma que no coincide con la lengua materna de su audiencia. En estos fenómenos me apetecía ahondar. 

 

Para hacerlo lancé hace unas semanas un formulario informal en Google Forms a rellenar por todos aquellos compañeros y compañeras que narraran en otras lenguas. En dicho formulario les preguntaba datos sobre su actividad y los animaba a que expresaran cualquier aspecto que les pareciera interesante. Obtuve 23 respuestas... Thanks everyone! Por lo que se ve todos y todas nos enfrentamos fenómenos similares: limitación del vocabulario a utilizar, dificultad en transmitir ciertas emociones, menos libertad artística, el recelo de la audiencia, el feedback positivo de la audiencia, el uso de recursos de otra manera olvidados, la búsqueda de herramientas alternativas que enriquecen la narración, etc

Leyendo las respuestas y cometarios de dicho formulario me reafirmé en la idea de confeccionar un boletín que hablara de este tema sobre el que llevo reflexionando un tiempo a raíz de haberme animado a narrar también en español. Este boletín es el resultado de dicha reflexión.

Ana Barrafón es bibliotecaria de la Red de Bibliotecas Municipales de Fraga (Huesca) y una de las personas del equipo que organiza cada año, y desde hace 9 ediciones, el Festival Internacional de Narración Oral FragaTCuenta. Un festival con voluntad de plurilingüismo y que se caracteriza por programar narradores y narradoras que cuentan en diferentes lenguas (al menos cinco en cada edición). Aquí nos cuenta.

Simone Negrín es un narrador italiano que entró en la península por Galicia y actualmente reside en Madrid. Una mezcla de culturas que le rezuma por los poros de la piel en todo lo que hace. Nos lo cuenta aquí.

Para finalizar este boletín os ofrezco una visión pseudocientífica y muy personal del proceso en el que estoy inmerso ahora que narro en dos lenguas. Aquí os lo cuento.

Espero os resulte interesante.

Os recuerdo que tenéis a vuestra disposición la agenda del mes de noviembre en nuestra web con todos los eventos del mundo de la narración en nuestro territorio.

El Boletín n.º 96 de AEDA ha sido coordinado por Estibi Mínguez