“Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él mismo se convierte en esas historias, ellas siguen viviendo cuando él ya no está, y de este modo, el hombre se hace inmortal”
Esta frase se encuentra en el guion de la película Big Fish de 2003 dirigida por Tim Burton, y escrito por uno de sus colaboradores habituales John August, que adaptó la novela de Daniel Wallace (Big Fish: Una novela de proporciones míticas).
El elemento principal de la historia es el intento de reconciliación de un padre viejo y enfermo, hacia su hijo. El padre narra desde su punto de vista momentos de su vida, mezclando la realidad con una supuesta ficción. El hijo piensa que su padre solo cuenta fantasías exageradas, por lo que se siente molesto con él. Aunque el padre realiza la función de cuentacuentos desde el concepto tradicional de la narrativa.
Según el autor Daniel Wallace, “La búsqueda del padre es ser un gran pez en un gran estanque, y la búsqueda del hijo es ver a través de sus cuentos fantásticos”.