El boletín n.º 36 de octubre de 2015 es un monográfico sobre el panorama de la narración oral en Argentina coordinado por Estrella Escriña y Pep Bruno. Dentro de los artículos realizados ex profeso para dicho boletín se encuentra esta entrevista que Estrella Escriña hizo a la narradora argentina Marta Lorente.

martalorente

¿Cómo empezaste en la narración?

Me acerqué a la narración por pura casualidad. Estaba estudiando teatro con Lito Cruz y terminado el trabajo con él, me sugirió seguir la formación con Augusto Fernández. Hete aquí que el buen señor cobraba sus cursos en dólares y en Argentina estábamos pasando por un proceso de hiperinflación y otros desastres económicos (año 86/87 aprox), así que decidí esperar. Mientras tanto, pensé en hacer algún taller corto y ahí fue que encontré el anuncio de un taller de cuentacuentos (denominación que nunca me cayó simpática y que, además, a pesar de los 2 elementos que la forman, nadie entiende de qué se trata).

Al finalizar, me di cuenta de que aquello que en teatro se conseguía en una hora y media ( sensaciones, tensión, sorpresa, clima), se podía conseguir en los 5 minutos de un relato y entonces empecé a instalarme en la narración.

A partir de ahí empezaron las presentaciones en grupo (Los cuenteros) y más tarde los unipersonales.

 

La formación me parece una parte muy importante de tu carrera.  Cuéntanos del trabajo en profesorado, con futuros maestros. 

Cuando me sentí mas segura, juntando mis saberes como profesora de lengua y literatura, como tallerista literaria y actriz, me animé a dar talleres de Narración Oral. 

Actualmente doy talleres en escuelas normales de formación de maestros,

En este ámbito no buscamos la profesionalidad del narrador: lo fundamental es conseguir que el futuro docente consiga ejercitarse en la oralidad frente a sus alumnos; trabajamos el espacio escénico, la proyección de la voz, lo postural, las intenciones, siempre en función de lo docente. Hacerlo a través de los cuentos lo convierte en una excelente herramienta y, a la vez, los ayuda a incursionar en la literatura.

 

Háblanos un  poco de Finis Terra.  Fue un  lugar fundamental para la narración oral en Buenos Aires.

En el desarrollo y crecimiento de estos talleres el bar Finis Terra tuvo un papel importantísimo, ya que fue un lugar de práctica semanal para los alumnos y para la difusión de la actividad, ya que también organicé otro espacio para narradores experimentados que se presentaban con sus funciones. Tuvimos fama de que allí se presentaban los mejores y también los distintos grupos de principiantes del taller recibían críticas muy elogiosas.

Fui la creadora y coordinadora de estos espacios y, tiempo después, se unió José Campanari y teníamos la co-coordinación.

Allí nació Cuentos al día.

Justamente con José Campanari surgió la idea de hacer un periódico para distribuir en los lugares de narración y así nació Cuentos al día, que viene haciéndose desde 1989, durante unos años en papel y, otra crisis mediante, vía Internet.

 

En tu trayectoria siempre has contado cuentos literarios,  ¿verdad?

Mi repertorio cuenta con autores argentinos, latinoamericanos y españoles, pero también incluyo cuentos populares. Hago las adaptaciones pero casi no tengo textos míos, es más, tengo sólo uno incluido en Pecado.

 

Pecado, es uno de tus espectáculos de cuentos eróticos

Desde 1999 estoy realizando presentaciones de relatos eróticos (Para ponerse colorado, Los eróticos, Pecado Carnal y Sus deseos son órdenes, relatos a la carta) y hace un tiempo que estas presentaciones las hago en el living de mi casa, espacio que, en un esfuerzo de creatividad, dimos en llamar El living de Marta. El ámbito es ideal para narración ya que se da una intimidad que favorece la comunicación, con el público tomando una copa y degustando unas tapitas. Al terminar la función, reserva mediante, hay quienes se quedan a cenar y el resultado es una velada diferente y muy agradable: lo disfruto muchísimo.