Elena Revuelta es narradora oral natural de Guadalajara y residente en la isla de La Palma. Es una artista poética y juguetona que se define como “mariposa de hierro que quiere convertirse en nube de cebolla”, aunque otros la han definido como “ornitóloga de las palabras”. He querido hacerle una entrevista para el Boletín N.º 83 de AEDA - El cuento a través del objeto.

narices espiral

1. Llevas muchos años trabajando en el mundo del cuento. ¿Nos hablas un poco sobre ti?

Soy de Guadalajara, por tanto, llevo muchos años disfrutando del cuento. Antes de dedicarme a contar, trabajaba en el teatro realizando vestuarios, utilería y escenografías. En 2004 comencé a realizar actividades de animación a la lectura y en 2005, junto a Estrella Ortiz, creamos el recital de poesía “Puntoacciones”, que era una pieza oral dentro de la exposición de poesía visual “Desde todos los puntos”. A partir de aquí, empecé a jugar encima del escenario. Como venía del mundo de la plástica, de la imagen, mis creaciones han contenido muchos objetos.

2. ¿Por qué cuentas con objetos?

Mis intereses son variados, no vengo de la narración en sentido puro, he aprendido mucho trabajando en el teatro. Todas las artes me interesan y jugar en las fronteras, inventando nuevos formatos, me fascina.
Reconozco que, cuando he visto el objeto incluido en sesiones de narración, me ha fascinado, como ha sido con Rodorín o La Chana. Quiero diferenciar el hecho de usar un objeto como algo teatral, que tiene su sentido, su poética, su intención, su juego, su magia, del objeto decorativo que me viste o me adorna o sirve de escenario. Opino que el uso interesante es el primero.
Últimamente, estoy jugando a usar lo menos posible; en el espectáculo de cuentos para público joven y adulto “Mundos Posibles”, solamente utilizo folios en blanco y unas tijeras. Claro, que unos folios en blanco pueden ser tantas cosas... Además, simbolizan la posibilidad, todo lo que podemos escribir sobre ellos, esos mundos que yo imagino o han imaginado las personas que escribieron las historias que me atraparon, con las que configuré el repertorio del espectáculo.

3. ¿Primero el cuento o el objeto?

Cada vez es diferente, también puede haber solo objeto o solo cuento. Cada proceso creativo es único. Puede ser que un cuento me enamore, entonces decido que quiero contarlo. Tengo que poner foco y envolverme de él, ensoñar el cuento, imaginarlo. Puede ser que tenga que buscar un objeto concreto que me ayude a ello, pero normalmente el objeto aparece cuando estoy en ese proceso. Quizás lo tenía guardado en mis cajas de tesoros in-útiles, o lo veo en casa de mi vecino, o tirado en una basura, o en un paseo por la naturaleza, o lo construyo, o...
Otras veces, un objeto me llama la atención y me apetece ponerle foco, buscarle una historia o un poema. Y lo curioso es que muchas veces siento que se encajan las piezas como en un puzzle. Si el objeto tiene cuatro lados, justo el poema que me encaja para recitarlo tiene cuatro versos; o el color, la textura, el movimiento o cualquier cualidad del objeto, ayuda al texto elegido. Creo que esto tiene que ver con jugar a favor y saber sacar el partido a lo que tenemos. Es como una herramienta que me describió en un curso de improvisación teatral Patricia Figuero. Hay que sumar, ir a favor de la propuesta del otro para que crezca la improvisación. Con los objetos es lo mismo.

4. ¿Puedes hablarnos de tu proceso creativo?

La creación es un misterio y funciona diferente cada vez. Puedo hacer una lista de ingredientes o elementos que suelen aparecer en mis procesos creativos:

-Estoy abierta a las visiones, soy canal que recibe ideas, me sumerjo dentro de mí para viajar al lugar donde el ser humano guarda todas las imágenes y rescato las que me sirven en ese momento. Soy consciente de que no voy a inventar nada, voy a jugar y a redescubrir.

-Me doy tiempo, o le doy tiempo y espacio, al proceso creativo. Puede que en el proceso sienta momentos de angustia, de “no me sale”, de vacío… acepto que esto forma parte de ese proceso.

-El aburrimiento es un gran ingrediente; desde él, desde su vacío, comienza la creación.

-Insisto, le doy vueltas a la idea, imagino otras posibilidades, hasta que un sentido que se encuentra en el corazón, me confirma que he llegado. Es una certeza que me constata que ya lo encontré, no podría ser de otra manera.

-Bebo de otras fuentes, me sumerjo en mundos de otros artistas, pondría sobre la mesa a Joan Brossa, Chema Madoz, David Carter, Bruno Munari, Hervé Tullet, Katsumi Komogata, Isidro Ferrer…

-El lugar donde trabajo es importante. Esta reflexión, y otras muy interesantes sobre creación, la explica muy bien Priscilla Vela en su libro llamado “Piezas sueltas. El juego infinito de crear”. Habla de tener un lugar adecuado y unos materiales para crear, como llaman en algunas tendencias pedagógicas “Espacios preparados”. En este lugar puedo desordenar, puedo dejar cosas para terminar después y tengo materiales interesantes que he ido recogiendo anteriormente, siempre llevada por una intuición de enamoramiento. Este lugar, que en honor a Jimmy Liao, llamo “Mi rincón del mundo”.

-No siempre tengo un objetivo sobre lo creado; a veces, creo por crear sin objetivo. Creo para jugar. Creo como un ejercicio. La imaginación es un músculo que se ejercita. Si no tengo objetivos, ni espero resultados me resulta más fluido crear.

-Busco una estética concreta, reduzco las posibilidades, elijo mundos propios o familias para ese proceso. Por ejemplo, decido trabajar con papel solamente o con cosas de la naturaleza… o en un proceso creativo concreto, solo utilizo dos colores porque simbolizan algo que define y apoya lo que quiero contar con lo creado.

-Me dejo llevar por el ensueño o el sueño, me sucede que en varios días seguidos despierto con ideas nuevas, el despertar es un momento crucial, y suelo ir a escribirlas en mi cuaderno. Estas ideas parecen llegadas de la mano de la noche, imágenes traídas desde los sueños para encajar las piezas, dar el sentido o crear el universo.

-Comparto con otras personas el proceso, escucho sus sensaciones, sus sugerencias, me miro en sus espejos.

-Pruebo con el público. Aquí empieza a crecer o se muere. ¿Funciona o no funciona? ¿Es así como llega o no? ¿Puede ser una cuestión de cambiar o desechar?

-Desecho ideas y me dejo llevar por la causalidad. No me aferro a ellas, decido ser flexible y confío en la causalidad de la creación y del descubrimiento.

-Aprovecho los errores, o no.

-No hago nada de lo expuesto anteriormente. Y me digo que no hay normas, todo vale, no hay bien ni mal, todo son afectos, para crear hay que creer...

5. ¿Has creado objetos para otros/as artistas?¿En este sentido se modifica el proceso creativo?

He realizado vestuarios y utilería para compañías de teatro, como Ultramarinos de Lucas. Y en narración, para la bruja Rotundifolia, el “Libro de los Planetas Poetas” y “El Libro Volador”. Unos libros-objeto que realicé jugando con la técnica del Pop Up, en donde cada página te lleva a un planeta o a un mundo imaginario diferente.

El proceso creativo se modifica porque estás al servicio de las ideas de otra persona, pero en la creación es lo mismo. Es muy interesante porque crezco cuando co-creo. Disfruto creando sola y disfruto mucho co-creando con alguien, las ideas se multiplican, llego a lugares distintos y diferentes a los que habría accedido sola.

6. ¿Qué crees que aporta el objeto al cuento?

No sé, un cuento se puede contar sin objeto, en sí mismo el cuento es un todo. Por otro lado, el objeto aparece cuando forma parte de cómo cuento mi cuento: si existe una simbiosis entre objeto y cuento, si al preparar un cuento aparece la necesidad de usar ese objeto y si surge el vínculo real entre ese objeto y el cuento, porque no es un mero adorno, es algo vital en la estructura de la contada.
Para que un objeto aporte al cuento, hay que cuidar cómo mostramos el objeto, cómo lo manipulamos, qué posibilidades tiene y ensayar con él. No suelo improvisar con los objetos, aunque grandes hallazgos me los sugieren las niñas y los niños cuando cuento.
Podría ser que aporte color, magia, ingenio... Cuando veo a profesionales de la narración utilizar objetos en su forma de contar, me aportan inspiración.

Muchas gracias, Elena. 

Entrevista realizada por Isabel Bolívar.

Esta entrevista forma parte del Boletín N.º 83 - El cuento a través del objeto