Alejandro

Alejandro es de origen argentino y ascendencia española. Reside desde hace años en España y ha vivido el confinamiento en la soledad de una habitación de un centro de acogida. Desde entonces los cuentos los recibe por teléfono a través del proyecto “Cuentos para acompañarnos”. Él nos lo cuenta de esta forma:

Lo que me aporta el cuentacuentos es mucho. Un bálsamo en el trajín diario. Y no solo los contenidos que intentamos desmembrar, también el diálogo que nos lleva a conocernos más íntimamente. Y no queda ahí. Cuando cortamos la llamada ¡sigo conectado con todo lo que se habló!
Durante la semana espero ansioso cómo será la comunicación. A veces me pillas en una depresión profunda, como creo que sabes soy ex-politoxicómano, en marzo cumplo cinco años que no consumo. ¡Cada día es una batalla ganada! Siempre, cada cuento, tiene algo interesante que analizar o simplemente pasar un rato ameno y divertido. Me abstraigo y los conflictos y las depresiones mágicamente desaparecen. Felicito al que se le ocurrió esta forma de comunicarse, aprender y crecer como persona y ¡cultivarse!
Llevo tres cuentacuentos, Roberto Mezquita, Diego Magdaleno y ahora Alicia Mohíno. A quienes considero personas capacitadas, y no solo eso, nuevos amigos.

Muchas gracias por ayudarme a seguir por el buen camino. ¡Un camino florido y soleado!

Alejandro

Este texto forma parte del Boletín n.º 87 - El público