Opción a opt

…porque el hombre es un animal de palabras, como el pájaro es un animal alado.
Octavio Paz

ESCENARIO

Desde la Facultad de Psicología (Universidad de la República), se propuso un proyecto de investigación-acción, a ser realizado con Mujeres Privadas de Libertad (MPL), que se encuentran en etapa de pre-egreso en la Unidad N° 5 femenina, situada en el Departamento de Montevideo dentro del barrio Colón.

 Dicha actividad comienza en abril de 2017, con una Docente responsable a cargo y estudiantes avanzados de la Facultad ya mencionada.

La intervención se plantea desde un enfoque psicosocial, y el propósito es acompañar a las MPL en la elaboración de factores psicosociales emergentes durante el proceso de transición hacia la vida afuera de la cárcel.

Esta línea de trabajo se vincula con un enfoque psico-socioeducativo y nos parece pertinente realizarlo a través de recursos creativos en la línea que plantea Enrique Pichon Rivière de un concepto de salud que pasa por transformar lo siniestro en maravilloso a partir del proceso creador (el teatro, la narrativa oral o escrita, la obra de arte desde el dibujo a la plástica, la música, etc.).

Identificamos dos maneras contrapuestas de concebir la educación para las personas privadas de libertad. Una remite a la educación de manera terapéutica, una especie de “cura”, un dispositivo eficaz que permita la reinserción social de la persona que ha transgredido la ley. La otra concibe a la educación como un derecho que debe ser garantizado para las detenidas, y tiene como horizonte el desarrollo integral de la persona; optamos por este último enfoque.

En el transcurso de las idas a la Unidad se han planteado diferentes dinámicas en las que se pretende realizar una escucha activa para con cada una de las Mujeres Privadas de Libertad. Se considera pertinente incluir la perspectiva de género a la hora de trabajar con esta población, ya que generalmente se encuentra menoscabada y vulnerada desde la óptica de derechos humanos, más aún cuando se trata de mujeres. Por lo tanto, es necesario acompañar en la resignificación de la experiencia de encierro carcelario, promoviendo la valoración, el reconocimiento de capacidades, recursos personales y sociales, para potenciar interacciones en espacios sociales.

Encontramos en nuestros objetivos específicos, poder identificar cuáles son las concepciones que tienen de sí mismas, sus creencias, conceptos y significaciones que construyen. Realizar la exploración de las trayectorias vinculares de las MPL y cuáles son sus relaciones significativas con otros/as en los distintos espacios de su vida y analizar las capacidades y competencias que las MPL ponen en juego en las relaciones interpersonales en determinados contextos y frente a situaciones particulares.

A partir de lo mencionado, la Docente responsable, propone invitar a Eduardo Martínez, un narrador y cuentacuentos que trae consigo la posibilidad de una nueva intervención creativa, nada sencillo de llevar a cabo, dada la no permanencia de las MPL, ya que en el transcurso se van yendo en libertad.

 

INTERVENCIÓN CREATIVA

Desde un principio la idea se proyectó en torno a la posibilidad de motivar a las MPL a involucrarse en la Narración Oral. No como espectadoras o asistentes a un espacio en el cual pudieran oír narraciones, sino en generar un ámbito para que las MPL pudieran ser actoras de narraciones orales.

Los comienzos fueron difíciles. Los hábitos cotidianos de vida y encierro no propiciaban la instalación de un sistema de narración basada en el aprendizaje de la técnica, la transmisión de conceptos teóricos y mucho menos que las expresiones narrativas fueran a las que estamos habituados.

La baja o nula exposición a la lectura, el variable nivel de educación escolar, la dificultad para la escucha, las limitaciones de lenguaje y otros aspectos hicieron que en los comienzos el interés y la participación de las MPL, fueran escasos.

En las primeras sesiones, como factor motivador utilicé la transmisión de aspectos de la historia de la narración oral, sus orígenes, el rol de la mujer en la narración, etc. Los resultados podrían calificarse como de casi fracaso.

¿Qué era lo que ocurría? ¿Por qué razones las MPL no se entusiasmaban? ¿Cuáles eran las causas del “mediano“ interés? ¿Cuáles eran los factores que provocaban fallos de base? 

El primero y más importante era yo mismo. Equivoqué el camino de inicio. Padecí el pecado de soberbia. Pensé que podía colaborar en que las MPL se involucraran en la narración utilizando un concepto “bancario” (Paulo Freire). Yo les explico lo que es y cómo funciona la narración oral y mágicamente ustedes – en este entorno y en estas condiciones TAN particulares - se transforman en Narradoras Orales. Si la relación causa-efecto en este tema fuera tan sencilla, se sabría.

Y entonces, ¿cuál era el rumbo a seguir? Kandinsky decía: “crear una obra es crear un mundo”. Me pareció que bien se podía pensar ¿qué es lo que motivaría a narrar el “mundo” de las MPL? Y entonces decidí aportar pequeños elementos que pudieran actuar como “disparadores” de la narración de “sus mundos”. Les entregué fotografías, breves inicios de cuentos, estrofas de canciones y poemas escritos por otras MPL de otros países, inscripciones en las paredes de otras cárceles. etc. Y dejé abierto el camino…. Para ser breve, les diría que el resultado nos dejó sorprendidos. Hemos oído narraciones espontáneas de las MPL tomadas de historias de su mundo, de sus recuerdos, de sus olvidos, que están -en muchos aspectos- a la altura de las mejores líneas de Borges, García Márquez, H. James o Quiroga. Como dice Vila Matas: “la vida no tiene trama, se la ponemos nosotros”. ¡Y vaya qué trama le ponen las Mujeres Privadas de Libertad a sus vidas!

 

RESULTADOS OBTENIDOS

Si bien las narrativas están presentes desde el primer momento, la incorporación e intervención de Eduardo Martínez -desde setiembre de este año- en su rol de narrador e impulsor para que otras narraciones salieran a la luz, permitió vislumbrar elementos latentes en los testimonios de vida de esta población, diferentes a los temas recurrentes de la cotidianeidad, la separación de los hijos y la recurrencia al trámite de sus expedientes judiciales.

Los personajes que ellas crearon en los diferentes encuentros aludían a sus propias historias, dando pasaje hacia los últimos encuentros a narraciones que pasaron a contarse en primera persona, sin máscaras ni disfraces. Comenzaron a identificarse a sí mismas en las narraciones y poesías que se trabajaron.

Visualizamos en el proceso de estas mujeres, elementos de aprendizaje colaborativo, en el sentido en el que el mismo implica que cada una de ellas aprende más de lo que aprendería por sí sola, fruto de la interacción de los integrantes de un equipo, y, por lo tanto, un trabajo hecho en un grupo de forma colaborativa tiene un resultado más enriquecedor que el que tendría la suma del trabajo individual de cada miembro (Durán; 2006). Podemos decir que se llevó a cabo un trabajo cooperativo, donde la reciprocidad entre este conjunto de mujeres pudieron diferenciar y contrastar sus puntos de vista de forma de llegar a generar un proceso de construcción de autoconocimiento tanto a nivel individual como grupal.

Sin dudas la implementación de la narración como recurso creativo en la intervención marcó un punto de inflexión en el proceso grupal. La presencia de la literatura al igual que otras actividades formativas y recreativas que realizan en simultáneo a este espacio (talleres de cocina, costura, peluquería y de “cuerpos que narran”), contribuyen a que la cotidianidad entre muros tome otro color, pudiendo transformar lo siniestro en maravilloso en cada encuentro que se torna único, proyectando sus miradas hacia un horizonte común que las une y caracteriza a este grupo: pronto serán liberadas.

 

EPÍLOGO

El escritor francés Philippe Claudel en su libro “Le Bruit des trousseaux”, comienza diciendo:
En la acera, la primera vez que salí de la cárcel, no podía caminar de inmediato. Me quedé allí unos minutos, inmóvil. Me dije a mí mismo que si quería, podía ir a la izquierda, a la derecha, o directamente, y nadie encontraría faltas en ello. También pensé que si quería, podía tomarme una cerveza, un Ricard o un capuchino en cualquier bistro, o ir a casa y ducharme, dos duchas, tres duchas, tantas duchas como deseara. En ese momento comprendí que había vivido hasta entonces en el disfrute de una libertad cuya extensión y aplicaciones más comunes desconocía, incluso la dimensión exacta y cotidiana.

Las MPL en las narraciones personales realizan un ejercicio de Libertad. De los pocos que pueden hacer. Ellas deciden qué narrar, cuándo, cómo son los personajes, que sienten, cuál es la luz, el aroma de la historia.
La imaginación y la libertad son primas hermanas.
Las MPL con historias, con palabras, hacen de la imaginación un vuelo de Libertad, como movimiento hacia el desencierro.

 

 Proyecto de investigación

“Acompañamiento a las Mujeres Privadas de Libertad (MPL) de la Unidad N° 5 en el proceso de egreso.

Universidad de la República - Facultad de Psicología - Instituto de Psicología Social. Uruguay

AUTORÍA:

Alcoba Radi, Jessica Dahiana 

Olivera Martinez, Magela Gisel 

Puentes Menéndez, Martín 

Sosa Ramírez, María Magdalena

Lic Larrobla, Fabiana 

Docente responsable:
Prof. Adj. Sonia Mosquera

Narrador oral:
Eduardo Martínez Moreira

 

Este artículo pertenece al Boletín N.º 69 - Narración oral en contextos de vulnerabilidad social