(A continuación presentamos un texto elaborado y construido a partir de la información aportada por María Serrano en la conversación que mantuvimos con ella el 18/02/18)

María Serrano es una española afincada en Finlandia, o un finlandesa con acento gaditano, según se mire. La hospitalidad y la generosidad le vienen de ambos lados, si se nos permiten los tópicos. Pertecene a esa pequeña minoría finlandesa sueco-parlante, a pesar de que ella sabe hablar finés. Se formó en la Escuela Internacional de Narradores en Inglaterra, realizando cursos de larga duración sobre “el narrador en la sociedad” y “el narrador autobiográfico” en Sudáfrica. Desde hace diez años trabaja como narradora en Finlandia, aunque hemos podido verla contar en España, entre otros espacios, en el Maratón de Cuentos en Guadalajara. No podemos dejar pasar la oportunidad de hablar con alguien que conoce la realidad de la narración en España y en los Países Nórdicos.

maría serrano

Actualmente es presidenta de la Asociación ALBA SuomiFinland, en su sede en Finlandia. Esta Asociación tiene como objetivo abordar el cuento como herramienta de transformación social. María nos presenta en nuestra conversación el trabajo y la dinámica de coordinación de la Asociación entre los cuatro países. De esta manera podemos tener una visión general del estado de la narración de estos páises que nosotros percibimos como una sociedad única.

Esta Asociación está presente en todos los países nórdicos, a excepción de Islandia. Nació en 2005 en Suecia y se estableció finalmente en Finlandia en el 2013, sede de la que es actualmente presidenta María. No se trata de una Asociación Nacional de Narradores, pero todos sus miembros son del país.

María comenta que no se trata de una organización muy grande, pero también señala que los países nórdicos desde el punto de vista demográfico son más bien comunidades pequeñas (ninguno de ellos supera los 10 millones de habitantes). A pesar de no ser una Asociación de gran tamaño organiza simposios anuales sobre narración oral alternando la convocatoria internacional con otra exclusiva nórdica, y talleres que habitualmente se celebran en primavera. Anualmente los presidentes de los cuatro países se reúnen y se organizan talleres que imparte algún narrador invitado, talleres que se abren al público en general. Se alternan o complementan con sesiones de cuentos que ofrecen todos los miembros que se reúnen. Según nos cuenta María, en su última convocatoria en Finlandia hubo un acto especial nórdico dedicado a los niños. Es fácil trabajar de manera conjunta porque a pesar de la distancia entre ellos les une la historia, la cultura y un tema que se propone como hilo conductor de las actividades de la Asociación.

Quizás el mayor obstáculo que puede haber entre ellos sea el idioma. El sueco, el danés y el noruego son idiomas escandinavos muy parecidos y fácilmente entendibles entre las personas que lo hablan. El mayor problema, nos dice María, es cuando aparece el finés que es un idioma de la rama fino-ugria, completamente diferente. Es en este caso cuando se ha de añadir un idioma más, el inglés, para favorecer la coordinación entre los miembros de los cuatro países.

La conversación con María continúa y nos centramos ahora en las peculiaridades del panorama de la narración en Finlandia y otros países nórdicos. “En estos países se fomenta mucho la cultura, y existen becas que ofrecen las instituciones públicas para fomentar el arte y trabajar la animación a la lectura en colegios, bibliotecas y otros espacios” nos explica. Y a pesar de ello, una de las cosas que más nos sorprede de nuestra conversación es que no existen muchos narradores que se dediquen en exclusividad a este oficio. “La mayoría de los narradores tiene otro trabajo, o lo combina con otra actividad artística. Muchos de ellos vienen del teatro”.

Ante nuestra sorpresa, la pregunta es inevitable: ¿qué tipo de reconocimiento social tiene nuestra profesión? María responde que hace diez años, cuando ella comenzó a contar cuentos en Finlandia, la gente no sabía lo que era un storyteller, pero poco a poco se ha ido visibilizando más y se está haciendo un hueco en la dinámica de la sociedad, hasta tal punto que incluso en la actualidad se confunde en ocasiones con una técnica de marketing que está muy extendida: utilizar la narración como dinámica de transmisión de ideas de una empresa o negocio.

También, en el caso del sueco en Finlandia “al ser un entorno lingüístico pequeño”, continúa María, “se utiliza además la narración como medio para fortalecer el idioma”.

Aunque desde siempre haya existido contadores de historias, quizás a la narración le ha costado encontrar su hueco en estas sociedades porque tradicionalmente el contacto con los libros se ha hecho a través de la lectura en voz alta, más que con la narración: “para que veas hasta qué punto esta dinámica está muy arragida, hay bibliotecas que cuando llegas a realizar una función de narración, la bibliotecaria amablamente te ha reservado un espacio debajo de un punto de luz para que estés bien iluminada a la hora de leer”.

En todos los hogares es una dinámica que los padres tienen incorporada a la crianza de sus hijos; la lectura en voz alta de padres a hijos es un hábito más, una preocupación que traspasa los límites del ámbito escolar. “Una de las cosas que más me sorprenden de esta sociedad es la enorme cultura que tienen los niños nórdicos que, desde edades muy tempranas y gracias a esa dinámica familiar, han escuchado y conocen los grandres clásicos de la literatura infantil nórdica”.

Pero cada vez la narración como tal está más presente en la dinámica de la animación a la lectura. Los propios bibliotecarios la usan, aunque aún combinándola con la tradicional lectura en voz alta.

Esto no significa que la narración sea una realidad nueva y desconocida en los países nórdicos; quizá sí como profesión está empezando a cobrar fuerza en estas últimas décadas. Existe una cátedra muy reconocida sobre Narración Oral en la Universidad de Oslo, hay semanas de verano internórdicas de narración y multitud de festivales de Narración Oral en los distintos países, siendo el más antiguo el organizado en Ljungby (Suecia), donde además existe un museo sobre la Narración Oral.

“Se celebran encuentros mensuales sobre narración; las personas se reúnen en cafés una tarde al mes y plantean un tema sobre el que versa la narración de cada participante”. Sin embargo, a pesar de que en este tipo u otro tipo de encuentros haya un tema que dirige la selección de los cuentos, existe una tendencia dentro de la narración nórdica: las historias autobiográficas. “Es la temática preferida: las historias de vida propias o ajenas (con sus correspondientes permisos) combinadas con otros cuentos”, nos explica María.

Para finalizar le preguntamos cuál cree que es el rasgo cultural nórdico que más claramente puede apreciarse en los narradores. “La cultura nórdica es muy individualista y eso se refleja en su manera de contar. Cada narrador o narradora se forma, acude a talleres, pero cada uno realiza su propia interpretación de esa formación y crea un estilo propio. Hay pocos formalismos y mucha libertad de expresión artística propia”.

Muchas gracias por dedicarnos este ratito y por contarnos tu experiencia, María.

Beatriz Aguado "Regadera de Cuentos"

Este artículo forma parte del Boletín nº61 de AEDA: La aurora de las palabras