Las historias constituyen el material narrativo memorizado y contable. Una historia es una sucesión de hechos (verídicos o ficticios) que adquiere forma en el relato. El relato es, pues, el resultado de la colocación en un orden determinado de los sucesos de una historia (o de varias a la vez); de esta manera, una misma historia puede tomar formas diferentes en diversos relatos. La historia existe, pues, en los relatos, pero también está en estado embrionario en la memoria. Narrar es, desde esta perspectiva, convertir una historia en un relato. 

El acercamiento al estudio de estos fenómenos ha adquirido perspectivas diferentes: algunos se han centrado en el análisis del contenido y de la forma, otros en la delimitación de las características que sirven para identificar los géneros, y otros en el acto comunicativo.

En cuanto a los estudios formales, destacan aquellos realizados a partir de la obra de Vladimir Propp. Estos estudios se concentran es las relaciones entre los acontecimientos que se narran. Vladimir Propp organizó un sistema de funciones que relaciona los personajes con su función narrativa, considerando la acción el elemento primordial alrededor del cual se organiza toda narración. Los personajes se catalogan de acuerdo con la función que realizan de acuerdo con la acción: están los protagonistas, que realizan las acciones principales, y a su alrededor tenemos a los ayudantes, los opositores y aquellos cuya función es solo ser objeto de una búsqueda, por ejemplo.

En toda historia se da una situación inicial, ocurre una serie de acciones que crean conflictos o que los resuelven y que finalmente confluyen en una situación final. Sin embargo, la presentación de los hechos no tiene que ser una sucesión cronológica obligatoriamente; muchas veces se producen saltos hacia atrás o hacia delante. En este punto, vale la pena distinguir, siguiendo a Émile Benveniste, entre historia, que es el objeto de la narración, y discurso, el modo en que se organizan los acontecimientos para ser narrados.

La organización de la narrativa tradicional por géneros sufrió una importante revisión a partir de los años sesenta, pasando de la trinidad tradicional mito-cuento-leyenda a considerar otros tipos de relatos. Las historias verídicas se agrupan en géneros diversos, como la noticia, la crónica, la biografía o la narración histórica. Existen también historias verídicas que se van transformando en ficción; esto ocurre, por ejemplo con los casos, los rumores, los bulos, las leyendas, los mitos y también con las anécdotas. Los estudiosos de la narrativa popular han acuñado términos como memorata: narración de primera (autobiográfica) o segunda mano (en tercera persona) de casos, y fabulata: narración en la que no hay relación directa entre el narrador y el protagonista, como en el caso de la memorata. Hay también historias que desde el inicio son pura ficción, como los cuentos y las novelas de mayor o menor tamaño.

No se debe confundir el autor, que crea el relato a partir de las historias, con el narrador, que pertenece al relato. El narrador puede ser un personaje de la historia, entonces puede hablar en primera persona, si es el protagonista, o en tercera, si es un testigo de los hechos. Pero hay también narradores que se colocan fuera de la historia (aunque pueden estar dentro de un marco narrativo, como en el caso de Patronio en El conde Lucanor o de Sherezade en Las mil y una noches. El receptor del relato puede también pertenecer a la historia, como cuando Ulises contaba sus aventuras a los feacios, o quedar fuera de ella.

Otro acercamiento a las historias tiene que ver con la intertextualidad, es decir, las alusiones, referencias paralelos, etc., que una historia tiene respecto a otras historias.

Resulta interesante el estudio de la relación temporal entre la historia narrada y la narración como acto. La narración se suele colocar después de los hechos, este el modo típico de narrar (se narra en pasado), pero existe también la narración anterior a los hechos, como ocurre, por ejemplo, en la ciencia ficción y las profecías. Otra modalidad es la narración simultánea, como ocurre en los partidos de fútbol y la presentación de varios tipos de actos.

 

Juan José Prat Ferrer