catalán

En el año 2004 después de participar en el CUENTANTÓN de Xelva (Valencia), no paraba de darle vueltas a un pensamiento: mi pueblo, Altea, era un lugar perfecto para hacer un festival de cuentacuentos. Las ideas no paraban de brotar en mi cabeza pero tenía algunas cosas bastantes claras:

  • Se haría, sobretodo, en la calle, en las plazas, para recuperar espacios públicos como lugares de relación e intercambio cultural.

  • Se realizarían actividades para toda la población, desde ninos y niñas de las escuelas hasta la gente mayor de la residencia de la tercera edad.

  • Habría muchas propuestas en valenciano, la lengua vernácula: como mínimo la mitad.

  • Los 10 primeros años (teníamos y tenemos mucha confianza en la propuesta) no repetiríamos narradores en la programación, para que el público tuviera la oportunidad de escuchar voces y diferentes maneras de contar cuentos cada año.

Preparamos un proyecto, lo presentamos a la Concejalía de Cultura y Educación y rápidamente estuvimos en sintonia y comenzamos a ponerlo en marcha.

Escogimos como fechas de celebración el mes de octubre, por aquello del otoño y su magia especial; però, después de cuatro años de estar en el ay al corazón, pendientes del tiempo, decidimos cambiarlo a primavera, en el mes de mayo, buscando el buen tiempo y durante el curso escolar. Los primeros años hacíamos cada cuentacuentos en una plaza diferente, y era muy emocionante porque permitía al público descobrir rinconcitos maravillosos fuera de los circuítos turísticos habituales, pero eso nos obligaba a mantener una infraestructura logística muy complicada y costosa. Y, por eso, optamos por reducir los espacios.

Cada años íbamos incorporando actividades, intentábamos implicar a más sectores de población. Así, a parte de los cuentacuentos, se han hecho presentacions de libros de cuentos, animaciones por las calles, mercados de intercambios de libros de cuentos, creación de un cuento colectivo, vermuts de cuentos, cuentos en la radio, paseos por calles y rincones de Altea con narración de cuentos, proyecciones de películas, conferencias, conciertos contados, convocatoria de cuentos cortos y la edición del libro Borumballa 2010... Unas han continuado, otras no, pero cada año intentamos incorporar alguna novedad que de frescor y emoción renovada al festival.

Todo iba funcionando de maravilla hasta la llegada de la famosa crisis que evidentemente nos afecto y nos obligó a readaptarnos. En el año 2013, precisamente al complir 10 años del Encontes el hacha de los recortes, muy afilada, nos golpeó con fuerza y nos puso en una disyuntiva con tres opciones: dejar de hacer el Encontes, hacer el festival más reducido y pobre de todos, o poner sangre e higado y hacer una celebración como se merecía con un presupuesto bajo mínimos...Finalmente ganó la pasión, la ilusión y el amor por este arte y oficio que es la narración oral de cuentos, y sobre todo, la respuesta de muchos de los narradores que habían pasado por Encontes y que atendieron a la llamada regalándonos su arte. Desde aquí quiero darles las gracias porque ellas y ellos fueron los artífices de la continuidad del festival.

A lo largo de estos doce años han pasado por Altea más de 70 narradores, narradores y grupos de narración diferentes. Y esperamos que puedan pasar muchos más.

Este año, además, hemos dado un paso adelante para hacer crecer el Encontes incorporando a la programación la formacón con el Curso de Literatura Popular, sobre “Las Rondallas valencianes en la escuela”, en colaboración con la Universidad de Alicante. Y también se ha sumado al festival la población de San Joan d´Alacant (Alicante) con dos cuentacuentos, uno para público familiar y otro para adultos. Se inicia así una etapa en que queremos ir sumando esfuerzos para dar al Encontes un ámbito comarcal, de manera que se realizen actividades en diferentes poblaciones.

En resumen, el Festival Encontes, es una propuesta que nace d nuestra inquietud, como narradores, por recuperar la tradición milenaria de contar cuentos y acercarla al público intentando convertir Altea, durante unos días al año en la villa de los cuentos, llenar sus plazas y rincones de palabras contades, de oralidad.

Y todo esto es posible gracias al soporte del Ayuntamiento de Altea y a la Concejalía de Cultura, así como también a las entidades, las empreses y las persones que nos ofrecen su colaboración. Y, como no, del público fiel que, año tres año, espera la llegada del Encontes con ilusión.

Dirección y coordinación del Encontes