el gallo que no sabia cantar

Juliet Dallas-Conté, Alison Barllet, ilust. adaptado del inglés por Teresa Tellechea, El gallo que no sabía cantar, SM, 2001

El argumento podría ser el siguiente: Una nueva mañana se anuncia en la granja, que será igual que todas las demás. ¿De verdad? Pues no, porque el gallo responsable de despertar a los demás animales… ¡se había olvidado de cantar! De su garganta sólo salían sonidos de otros animales, como la vaca, el pato… ¡Qué desastre! Para evitar las burlas, el gallo se encerró todo el día en el gallinero, pero cuando llegó la noche, ¡tuvo que volver a cantar para que nada malo les ocurriera a sus amigos y amigas!

Este cuento les gusta especialmente a los niños y niñas más pequeños, desde los 3 hasta los 6 años más o menos, porque disfrutan oyendo los sonidos de los animales de la granja, ¡sobre todo cuando el gallo se confunde e imita a otros animales! También les gusta la persecución final, que no voy a desvelar... En general, a niños y niñas les gusta la dramatización de los animales, el ruido que provocan con sus gritos y, sobre todo, ser protagonistas de los cuentos. Por eso yo suelo elegir entre el público a niños y niñas que interpreten los papeles de cada cuento, en este caso a los animales de la granja. Niños y niñas compiten por ser su animal favorito, se esmeran cuando les toca ladrar, balar o cantar, y todos se ríen mucho con los problemas del pobre gallo, al que suelo interpretar yo, ¡para que ningún niño sufra si se ríen de él!

 

Iñaki Suso Espadas